domingo, 10 de abril de 2011

TEMA 12. Novela posterior a 1939. Tendencias, autores y obras.

1. La novela existencial en los años 40
Tras la Guerra Civil (1936-39) en España hay un ambiente de desorientación cultural. De hecho, los novelistas contrarios al régimen franquista se exilian (Ramón J.Sender, Max Aub ...).
Aparece un grupo de novelistas (Cela, Carmen Laforet, Delibes y Torrente Ballester) que cultivan una “novela existencial”. Se trata de una novela pesimista que trata de problemas existenciales como la soledad, la inadaptación, la frustración o la muerte.

1.1. Cela escribe La familia de Pascual Duarte. En ella un condenado a muerte justifica sus crímenes como consecuencia de las circunstancias de su vida. Inició la corriente del “tremendismo”, que presentaba en la novela escenas violentas y desagradables.

1.2. Carmen Laforet compone Nada. Presenta con un estilo desnudo y un tono triste a una muchacha que va a estudiar a Barcelona, donde vive con unos familiares en un ambiente de ilusiones fracasadas y de vacío existencial.

1.3. De Delibes destacan La sombra del ciprés es alargada, que habla también de la frustración, pero con la esperanza de la religión; El camino, sobre un niño que va a dejar su pueblo para ir a la ciudad; Diario de un cazador, sobre la vida de un conserje de instituto y Las ratas, sobre un inocente en un mundo rural mezquino.

1.4. De Torrente Ballester destacan Javier Mariño, que presenta a un intelectual español que abandona su cómoda vida para unirse a las tropas franquistas, y Los gozos y las sombras, que recupera el relato tradicional de corte decimonónico (del siglo XIX).

2. El realismo social de los años 50
En los años 50 España experimenta una mayor apertura hacia el exterior. En el plano cultural, la censura se flexibiliza y ya es posible “contar lo real”.

2.1. La colmena de Cela es la precursora de la novela social. En ella se trata el tema existencial de la incertidumbre de los destinos humanos pero incorpora temas sociales como el hambre, el dinero y la memoria de guerra.
Es una novela abierta, sin argumento y sin desenlace. Cada capítulo está integrado por secuencias, que narran de manera fragmentaria las peripecias de los personajes. Tiene un protagonista colectivo, que es la ciudad de Madrid.

2.2. La “Generación del medio siglo” cultiva la novela social. Dentro de esta se distinguen dos tendencias: el realismo crítico, que denuncia las injusticias, y el objetivismo, con predominio del diálogo y sin intromisión del narrador.

Destaca Sánchez Ferlosio con la novela objetivista El Jarama, en la que reproduce fielmente los diálogos de unos jóvenes a orillas del Jarama. Los diálogos insustanciales y el incidente final en el que una chica muere ahogada acentúan el pesimismo.

De la Generación de medio siglo despuntan también Ana María Matute con Primera memoria; Aldecoa con Gran sol; Fernández Santos con Los bravos, donde retrata la dura vida del campo; Carmen Martín Gaite con Entre visillos, donde critica la condición de la mujer; López Pacheco con Central eléctrica, donde denuncia la explotación obrera; Alfonso Grosso con La zanja; García Hortelano con Nuevas amistades …

3. La novela experimental española desde 1962 a 1975
Se produce un cansancio del realismo social y se cultiva la novela experimental, influenciada por el llamado “boom hispanoamericano” y por escritores de gran trascendencia para la novela contemporánea como Proust, Joyce, Faulkner y Kafka.
Se trata de una novela abierta, que carece de argumento definido y de desenlace. Hay saltos en el tiempo. El capítulo se sustituye por la secuencia. Se multiplican los puntos de vista y se utiliza también la segunda persona narrativa. El lenguaje se complica: se altera la sintaxis, aparecen párrafos sin puntuación …

La primera novela experimental es Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín-Santos. Relata la historia del médico Pedro, que a causa de los escándalos es despedido del laboratorio y finalmente se recluirá en su aldea. La novela utiliza el tú narrativo, el monólogo interior, el discurso sin puntos, las secuencias …

Torrente Ballester escribe La saga/fuga de J.B., que retrata una fábula de un imaginario pueblo gallego donde el hilo de la novela se corta con frecuencia.

Delibes compone Cinco horas con Mario, donde recoge el soliloquio de Carmen ante su marido ya muerto, y Parábola del náufrago, con influjo de Kafka, en el que el protagonista ve transformarse en perro a su amigo.

Destacan también Cela en San Camilo 1936, Juan Benet con Volverás a Región, Juan Marsé con Últimas tardes con Teresa y Juan Goytisolo con Señas de identidad.

Con La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Mendoza se dio una recuperación de la trama argumental en la novela y se va abandonando la novela experimental.

1 comentario:

  1. En la misma línea del abandono de la novela experimental podría ubicarse a Javier Cercas. Es como si en la búsqueda de "algo por escribir" Cercas ensayase una nueva vía basada en el replanteo profundo de la relación entre el "autor" y la ficción a través de la idea del "relato real".

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