miércoles, 25 de mayo de 2011

Modelo examen 3

Creo que empecé a cogerle manía al deporte cuando advertí que su tratamiento informativo no obedecía a las mismas leyes que rigen el periodismo convencional. Aquel recurso retórico que los latinos denominaron “amplificatio”, consistente en inflar cualquier asunto, por baladí que sea, ha encontrado en el periodismo deportivo su apoteosis. Basta por ejemplo que dos compañeros de equipo se sacudan un sopapo en un entrenamiento o que el entrenador de tal equipo haya cruzado unas palabras agrias con uno de sus pupilos, para que los telediarios inauguren su emisión con las declaraciones balbucientes de los implicados, relegando a la condición de comparsa cualquier otro asunto de la política doméstica o internacional.

Otra circunstancia que me desagrada de la información deportiva es que en ella se alternan los arrebatos de euforia y las incursiones depresivas. Al concluir cualquier campeonato internacional, después de haber sido vapuleada con derrotas ignominiosas, los informadores deportivos coinciden en afirmar que nuestra selección la componen un hatajo de vagos y señoritingos, más dispuestos a forrarse que a sudar la camiseta. Una vez extinguidos los ecos del cataclismo, y a medida que la selección autóctona se repone del varapalo recibido con victorias en fases clasificatorias ante potencias del calibre de San Marino o Bielorrusia, comienzan las tibias alabanzas.

El patrioterismo, en fin, es otra circunstancia que infla la información deportiva hasta extremos insospechados. Basta que un español obtenga un éxito en tal o cual disciplina deportiva, para que de inmediato dicha disciplina adquiera una preponderancia aplastante sobre otras que tradicionalrnente suscitaban mayor interés. Ocurrió, hace unos años, con las carreras de rallies: hasta que Carlos Sainz no empezó a ganar trofeos, los avatares de este deporte suscitaban los mismos entusiasmos que los documentales sobre la producción de los mejillones. Lo mismo ocurrirá con las carreras de Fórmula 1: cuando nuestro compatriota Alonso, deje de ser el más rápido esta disciplina deportiva dejará de suscitar interés.

Pero, entre tanto, nos toca perecer ahogados por la inflación deportiva.

Juan Manuel de Prada, ABC


CUESTIONES

1. Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes:
a) Enuncie el tema (0,5 puntos); b) Indique la estructura del texto y justifique su respuesta (0,5 puntos); c)Detalle las características lingüísticas y estilísticas del texto (0,75 puntos); d) Indique qué tipo de texto es (0,25 puntos).

2. Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)

3. Elabore un texto argumentativo sobre la prensa deportiva. Debe figurar con toda claridad la tesis que se defiende y los argumentos que la sustentan. (1 punto),

4a. Analice la estructura morfológica de internacional y patrioterismo e indique la categoría gramatical o clase de palabras a la que pertenecen. (1 punto)

4b. Explique el concepto de antonimia. Proponga un antónimo de baladí y entusiasmo según el significado que tienen en el texto. (1 punto)

4c. Analice sintácticamente: Otra circunstancia que me desagrada de la información deportiva es que en ella se alternan los arrebatos de euforia y las incursiones depresivas.(1 punto)

5 a. Temas 2 - 13. (2 puntos)

5 b. Sitúe la obra del siglo XVIII, XIX, de la primera mitad del XX, de la segunda mitad del XX, que ha leído en su contexto histórico y literario. (0,5 puntos)
Explique los aspectos que más le hayan llamado la atención al leerla. (0,5 puntos)

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