martes, 30 de marzo de 2010

3.2. EL ÁRBOL DE LA CIENCIA de Baroja

Autor. Obra. Fecha.
La lectura que he realizado de primera mitad del siglo XX ha sido El árbol de la ciencia de Pío Baroja, que fue publicada en 1911. La obra pertenece a la trilogía La raza.

Contexto histórico
En 1898 Estados Unidos derrota a España. Esto implica que España concederá independencia a Cuba y cederá Puerto Rico y Filipinas a Estados Unidos. En 1902, Alfonso XIII alcanza su mayoría de edad, mientras el país atravesaba una seria crisis. Las tensiones sociales se agravaron con la Semana Trágica de Barcelona (1909). Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) España permaneció neutral, pero tras la contienda la crisis se acentuó.

Contexto literario
Tras el desastre del 98 la actitud de los intelectuales es de rebeldía. En literatura este inconformismo se iba a manifestar en dos movimientos renovadores: el Modernismo y la generación del 98. La etiqueta de generación del 98 se dará a escritores que con el mismo inconformismo conceden especial atención a los problemas del momento.
En el ámbito teatral destaca el esperpento de Valle-Inclán. En la poesía noventayochista destaca Antonio Machado. Dentro de la novela noventayochista podemos señalar a Unamuno con sus nivolas, a Baroja con su estilo antirretórico y a Azorín con su preocupación por el tiempo.

Aspectos que me han llamado la atención
• Me ha sorprendido la utilización de animalizaciones en la caracterización de los personajes. Así, por ejemplo en el capítulo IX de la primera parte, se presenta a la novia de Lamela como “una solterona fea, negra, con una nariz de cacatúa y más años que un loro”. En el capítulo I de la parte segunda se indica que Lulú tenía “cierto aspecto simio”. En el capítulo VII de la sexta parte se dice del Cotorrita que era “una especie de halcón”.

• Me ha parecido relevante la actitud crítica que se aprecia en todo el libro, de acuerdo con la preocupación patriótica propia del noventayochismo. Ya en el capítulo II de la primera parte se acentúa el ambiente de inmovilidad y de falsedad del país, reflejado en las propias cátedras de la universidad. En el capítulo I de la cuarta parte Iturrioz indica que “ el español todavía no sabe enseñar; es demasiado fanático, demasiado vago y casi siempre demasiado farsante”. En el capítulo 5 de la parte V se señala que “Andrés podía estudiar en Alcolea todas aquellas manifestaciones del árbol de la vida, y de la vida áspera manchega: la expansión del egoísmo, de la envidia, de la crueldad, del orgullo”. En el capítulo I de la sexta parte Iturrioz critica la declaración de guerra a los Estados Unidos.

• Me parece destacable la presencia de recursos literarios que refuerzan el sentimiento de pesimismo de la obra. Así, por ejemplo, en el capítulo VI de la primera parte aparece la enumeración “la vida en general le parecía una cosa fea, turbia, dolorosa e indomable”. En el capítulo I de la quinta parte se utiliza la metáfora “todo este pueblo parecía un inmenso sepulcro”. En el capítulo 5 de la sexta parte se emplea la comparación “ya no había en su vida nada sonriente, nada amable; se encontraba como un hombre desnudo que tuviera que andar atravesando zarzas”.

• Me ha llamado la atención la subjetividad del autor en la presentación de los personajes. Además, la opinión del narrador sobre ellos coincide con la de Andrés. Por ejemplo, el narrador señala en el capítulo 3 de la primera parte que el padre de Andrés “era de un egoísmo frenético”, lo cual coincide con el desentendimiento que tienen el protagonista y su progenitor. En el capítulo IV de la segunda parte el narrador indica de Lulú que “realmente la chica era simpática y graciosa”. Aquí podemos observar como el propio narrador descubre las cualidades de Lulú al mismo tiempo que Andrés. En el capítulo III de la quinta parte el narrador también toma partido al señalar que “ Pepinito era un hombre estúpido”.

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